Meditación VOLVER A TI
Esta práctica es muy recomendable para momentos en los que te sientas desconectada de ti misma, de lo que quieres y necesitas en tu vida.
Esta práctica nos da la oportunidad de escuchar nuestro corazón y de reconectar con nosotras mismas.
Después de situaciones dolorosas, tendemos a cerrar nuestro corazón tratando de ignorar las emociones que en él se despiertan para evitar sentir dolor. No podemos bloquear selectivamente las emociones que sentimos por lo que también estaremos cerrándonos a experimentar y sentir otras emociones como amor o alegría.
Meditación ATENCIÓN PLENA
Recomendamos esta práctica cuando te sientas poco presente con cualquier situación que estés experimentando y cuando desees calmar la afluencia de pensamientos para vivir el aquí y ahora.
Esta práctica nos ayuda a prestar atención a nuestras sensaciones, emociones y a cualquier cosa que esté ocurriendo en este momento, aquí y ahora.
Cuando practicamos Atención Plena, estamos entrenando a nuestra mente a estar más presente. De esta forma reduciremos enredarnos con recuerdos del pasado o imaginando lo que pasará en un futuro perdiéndonos lo más importante que tenemos, este momento.
Nos ayuda a experimentar la vida tal y como acontece en el momento y nos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad entre otras cosas.
Meditación PAZ EN EL CORAZÓN
Práctica en cualquier momento que desees relajarte profundamente y sentir paz en tu corazón. Ideal para antes de irte a dormir.
Esta práctica nos conduce a un estado profundo de relajación y nos ayuda a conectar con las cualidades del corazón como el amor, la compasión, confianza, apertura y paz.
Esta meditación es un antídoto para el miedo, la desconfianza y el desamor.
Meditación ATISHA
Te recomendamos esta práctica cuando desees sanar algún dolor o herida ya sea físico o emocional. También es muy recomendable realizar esta práctica cuando estés en proceso de sanación o quieras comenzar a sanar tu niña interior.
Esta práctica nos ayuda a abrir el corazón y a amarnos a nosotras mismas. Es ideal para acompañar el proceso de sanación de nuestras heridas o niña interior.
El dolor es natural y para sanarlo tenemos que comenzar por observarlo y aceptarlo en vez de tratar de evitarlo.
Esta práctica es muy sencilla y a la vez muy poderosa ya que gracias a la alquimia de nuestro corazón podremos convertir el dolor en amor.
Nuestro corazón es un alquimista capaz de transformar emociones. A través de este método inspiraremos el dolor en nuestro corazón y lo transformaremos en amor.
Meditación RAIN
Recomendamos esta práctica cuando necesites transitar emociones y situaciones dolorosas.
Ante situaciones estresantes o dolorosas, el organismo activa una de estas tres reacciones de supervivencia: luchar, huir o desconectar.
Muchas veces cuando reaccionamos desde el modo supervivencia, la propia reacción genera un problema aún mayor.
Si reaccionamos desde el modo supervivencia, quizá no sintamos el dolor durante un rato, pero éste volverá a aparecer, por ello es importante que aprendamos a gestionar nuestras emociones.
Esta práctica se divide en cuatro pasos correspondientes con las siglas R.A.I.N.
R-Reconocer lo que está pasando:
Admitir conscientemente los pensamientos, sentimientos y comportamientos que nos están afectando.
A-Aceptar la experiencia tal y como es:
Aceptar que los pensamientos, emociones o sentimientos que hemos reconocido, están ahí sin intentar cambiarlos.
I-Investigar con interés y cuidado:
Con una actitud curiosa, enfocar tu atención a la experiencia ocurriendo en el momento. Te puedes preguntar: ¿Qué estoy experimentando en mi cuerpo? ¿Dónde estoy sintiendo en mi cuerpo? ¿Qué estoy creyendo? ¿Qué necesito en este momento?
N-Nutrimos con auto-compasión:
Aliméntate con amor, ternura y bondad. Podemos identificar qué es lo que más necesita ese lugar dentro de ti que se siente herida, asustada o lastimada y luego ofrécele algo de cuidado en modo de palabra o caricia.
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